En la Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (COLAC) nos unimos a la celebración del 28 de noviembre, fecha tan importante que marca para Panamá su independencia de España y conmemora su legado, que es el legado de toda América Latina: el espíritu cooperativo arraigado en las sociedades aborígenes precedentes, la fuerza y el coraje de nuestro ancestro africano, el apego a la institucionalidad proveniente de Europa y el clamor de libertad de los criollos panameños. Han pasado 200 años desde que inició este proceso que se desarrolló entre el 10 y el 28 de noviembre de 1821, cuando un puñado de insignes decidieron el camino de la libertad para, de esa manera recobrar la independencia después de 321 años de vida colonial. Con ese gesto, se inició el camino que ha llevado a Panamá a ser uno de los centros activos del comercio mundial y parte importante del desarrollo económico del mundo.
Panamá, bendecido geográficamente como zona de confluencia de dos aguas en las que el cielo se confunde con lo cristalino de sus mares; la que ayer fuera zona intermedia y de enlace de las Américas y hoy es centro de intercambio del mundo entero nos abrió sus brazos, nos acogió y permitió disfrutar de sus maravillosas bondades: excelente ubicación geográfica, diversidad de razas costumbres y tradiciones; flora, fauna y paisajes exóticos y paradisiacos; y el canal, extraordinaria obra que por sí sola representa la victoria del trabajo mancomunado de los hombres sobre las difíciles condiciones de la geografía y maravilla de la ingeniería moderna que, más que los océanos enlaza al mundo entero.
La Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (COLAC) reitera la felicidad y complacencia por esta fecha tan importante para Panamá, al tiempo que agradece haber encontrado acogida en este país tolerante y pacífico, que nos ha colmado de privilegios y acreditaciones, y desde donde trabajamos en beneficio de Panamá y de toda América Latina y el Caribe, buscando mejorar las condiciones de nuestra sociedad con inteligencia y diplomacia, con una visión de futuro, afianzándose como “puente del mundo, corazón del universo”.
¡Muchas felicidades, Panamá!
